“Hasta en los momentos más caóticos, encontrar gratitud es un arte en sí mismo.”
"Un garabato que se detiene a decir gracias. Porque hasta en el caos hay espacio para la gratitud."
En el laberinto de líneas torcidas,
una pausa: gracias.
Por el papel arrugado que recibe sin quejarse,
por el lápiz que se atreve aunque tiembla.
Cada trazo busca sentido,
pero a veces lo encuentra en lo que no fue.
En el borde, en el error,
en esa curva que se negó a enderezarse.
Aquí, el caos susurra su secreto:
no hay un camino único,
ni un final claro,
pero siempre hay espacio
para un "gracias" entre las sombras.
“El primer paso siempre es un acto de valentía.”
El trazo inicial
En un rincón cualquiera, una línea nace.
No pide permiso, no tiene destino,
pero ahí está, audaz y sin miedo.
Ese primer trazo, tan imperfecto como sincero,
es un acto de fe en el vacío.
Gracias por existir, murmura el papel,
porque hasta el caos necesita un comienzo.
“Donde el desorden se convierte en maestro.”
El baile del caos
Líneas que tropiezan, curvas que se cruzan,
un desorden que palpita y se niega a ser domado.
En cada curva inesperada hay un secreto:
un agradecimiento por lo que no se controla.
Gracias a los errores que enseñan,
a las pausas que respiran,
a las manchas que cuentan historias.
Porque sin ellas, ¿dónde estaría la magia?
“Un rincón para perderse y encontrarse.”
El refugio del garabato
Entre tanto ruido, este rincón.
Un refugio donde el "gracias" encuentra su hogar.
Aquí, el papel se convierte en testigo,
y el lápiz, en poeta.
El caos y la gratitud se toman de la mano,
y juntos dibujan un mapa que no lleva a ninguna parte,
pero nos encuentra en el camino.
Texto generado por ChatGPT en respuesta a interacciones personalizadas.
Cortesía de OpenAI.
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